Vuvuzelas fatigan más rápido a jugadores
PRETORIA. La selección argentina reveló el martes un nuevo efecto secundario de las ya célebres y controvertidas vuvuzelas que truenan en los estadios de la Copa del Mundo de Sudáfrica: aumentan la fatiga física de los futbolistas.
Algunos ya habían criticado el peculiar instrumento, una trompeta plástica que ejecutada de a miles puede asemejarse al bramido de una manada de elefantes, debido a que desconcentra a los jugadores e impide su comunicación dentro del campo.
Ahora, los jugadores argentinos aseguran que además incrementa el esfuerzo físico sobre la cancha, ya que se quedan sin aliento para poder coordinarse con sus compañeros.
"Se hace muy difícil hablar dentro de la cancha, tenés que gritar, se te va el aire y te cansás aun más", aseguró el delantero Carlos Tevez, quien sufrió en propia piel el ensordecedor efecto de las vuvuzelas en su debut mundialista el sábado cuando venció 1-0 a Nigeria.
"Molesta muchísimo", insistió el artillero del Manchester City inglés en rueda de prensa tras un entrenamiento matutino.
A pesar de las quejas de los equipos por la tremenda cacofonía que generan en los estadios, los organizadores confirmaron que el incesante -y polémico- rugir de trompetas continuará siendo la banda sonora del primer mundial que se celebra en suelo africano.
Algunos futbolistas ya apuestan a nuevas formas de comunicarse en el campo, como el lenguaje por señas o el contacto visual, pero parece que todos tienen asumido que las vuvuzelas llegaron para quedarse.
"(Generan) cansancio, el ahogo y creo que la cabeza no sé si está preparada por momentos para superar eso. Molesta un poco, pero esto es un Mundial. Es parte del show y hay que tomarlo así", concluyó el defensor Gabriel Garcé
“Las vuvuzelas están para quedarse”
El comité organizador del Mundial de Sudáfrica descartó una posible prohibición de las vuvuzelas, las trompetas tradicionales sudafricanas, que tantas molestias están generando desde el comienzo de la Copa del Mundo. “Las vuvuzelas están aquí para quedarse, jamás serán prohibidas”, afirmó tajante el portavoz del comité, Rich Mkhondo, sobre la intención que hay de algunas personas de censurar las cornetas. “Sólo le pedimos a la gente que las use con conocimiento. Las vuvuzelas son un fenómeno cultural para nuestro país y para el fútbol”, concluyó Mkhondo. Las palabras del dirigente giran en torno de lo que informó la BCC sobre la posibilidad que había de prohibir el uso de las trompetas.
“Si hay motivos para hacerlo, sí”, le comentó el director ejecutivo del comité organizador, Danny Jordaan, a la emisora británica. Al ser consultado sobre si contempla prohibir las trompetas típicas que hacen sonar los fans sudafricanos durante los encuentros, el dirigente señaló: “Hemos tenido algunas cadenas de televisión y personas que se han quejado, y es algo que vamos a evaluar”. Además, Jordaan admitió que no es un gran fan de las vuvuzelas. “Preferiría que las personas cantaran”, remarcó.
El sonido de las vuvuzelas despertó el enojo de varios futbolistas, como es el caso de Javier Mascherano y el uruguayo Sebastián Abreu, que consideraron que ese ruido les complicaba la comunicación dentro del campo de juego. A contrapartida de esas declaraciones, el delantero charrúa Diego Forlán señaló que “no sería necesario” prohibir las vuvuzelas. “Hacen bastante ruido, pero es normal. Si no es la hinchada, son las cornetas. Siempre va a haber bastante ruido. Si hubiese mucha gente también nos costaría comunicarnos”, aseguró Forlán.
“La vuvuzela te rompe la cabeza, pero está buena”
Chiquito, de paseo, intercambió mensajes con Eliana Guercio, su mujer. Diego Pozo lo acompañó en la recorrida. Distendido, Romero hizo shopping en la tarde libre y se rio de las cornetitas. Sí se puso serio para hablar de la pelota: “Es difícil de agarrar, lo mejor es rechazarla”.
Por suerte tengo esto, que me acerca a mi familia”. Sergio Romero señala su BlackBerry mientras camina por el Menlyn Park Mall de Pretoria, el mismo shopping en el que Jonás Gutiérrez fue sensación en el primer día libre de la Selección en Sudáfrica. A un costado, el que lo sigue es Pozo. En realidad, es él quien terminó de aceptar la invitación de su compañero. “Diego quería salir a dar una vuelta y acá estamos. Es bueno tomar aire después de estar 15 días encerrados”, dice. Chiquito no tuvo la oportunidad de aprovechar lo que otros sí hicieron: su mujer y su nena, recién nacida, no pudieron viajar para estar a su lado. Tampoco lo harán sus padres y sus hermanos. “Seguro que me genera nostalgia no tenerlos. Pero yo sé que a lo que vengo es a jugar, estoy en contacto con ellos”, le cuenta a
Olé .
Está tranquilo el arquero argentino. Es una marca registrada de su personalidad. Pero si contagia paz dentro de la cancha, en los momentos de alta tensión, ni hablar afuera. Y de paseo. Distendido, camina sin que lo reconozcan demasiado, en ese sentido no provoca el boom Jonás. Sólo algunos hinchas argentinos se acercan a saludarlo o a sacarse una foto. Pregunta dónde está el local de Sony, para mirar unos productos electrónicos. Y se refiere al tema del que habla todo el Mundial: el sonido de las vuvuzelas. “En la cancha te rompen la cabeza, je. Pero están buenas, es parte del color, de la fiesta de ellos”, cuenta. No suelta el teléfono, ese lazo con los suyos. De hecho, por mensajito, le avisa a su mujer (Eliana Guercio) que va a salir al aire para una radio argentina. Y recién cuando sabe que lo estarán escuchando, da el ok para arrancar la nota. Es su manera de sentirse cerca.
Además de Pozo, en la recorrida lo acompaña Marito De Stéfano, uno de los utileros, a quien todos lo cargan con Osvaldo Ardiles, por su parecido al ex jugador y ahora entrenador. Y enseguida, las vuvuzelas le abren paso al otro tema de Sudáfrica 2010, cuestión de guantes en definitiva: los errores de otros colegas que terminaron en goles. “Para mí, los que se dieron tienen que ver con la pelota. Hay otras fallas que son responsabilidad de los arqueros, pero los que yo vi no”, asegura. Aunque se sorprende cuando le cuentan que Green, el inglés dueño del blooper que le dio el empate a Estados Unidos, pasó el día después jugando al golf. “Yo me parto el palo en la cabeza, je”, dice Chiquito, en broma.
-¿Te sentiste conforme con tu actuación? -Sí, la verdad es que estuve tranquilo. Y lo bueno es que mis compañeros también me dieron esa confianza. Yo sé que con esta pelota tengo que hacer las cosas simples, no me voy a complicar nunca.
-¿El remate de Martins fue la mejor prueba de lo que viborea la pelota? -Sí, en ese tipo de remates nunca va para donde la esperás. Por eso la rechacé así. Es algo en lo que venimos trabajando con el entrenador de arqueros. Es una pelota difícil de agarrar. Entonces, lo mejor es rechazarla, no complicarte nunca. Lo mismo con los centros. El que lo pude atrapar, lo hice. El que no, le di puñetazo. Yo busqué darle tranquilidad a mis compañeros.
La cadena BBC estudia silenciar las vuvuzelas en sus retransmisiones - La BBC ha recibido 545 quejas · Hay una aplicación de iPhone que limita el ruido de las vuvuzelas · Algunas selecones ya han protestado por el ruido
La cadena británica BBC podría tomar la decisión de silenciar el sonido de
las vuvuzelas en sus retransmisiones del Mundial de Sudáfrica, depués de recibir miles de quejas de telespectadores por el continuo ruido que hacen los instrumentos de viento.
"Es una opción que estamos considerando en este momento", dijo una portavoz de la BBC que desveló que se habían recibido 545 quejas relacionadas con el sonido. Sin embargo, una aplicación para el iPhone que imita el estridente sonido de las trompetas ha sido descargada más de un millón de veces por usuarios del Reino Unido, Alemania y Francia.
El incesante zumbido que provocan las
vuvuzelas se ha convertido en la banda sonora no oficial de la Copa del Mundo, pero algunas selecciones han protestado porque el sonido complica la comunicación dentro de los estadios.