"No como, no duermo, no voy a fiestas... prefiero estar navegando y chateando"...
Si te pasa algo así, lo más seguro es que la Red te ha envuelto en su telaraña.
?Cuidado! Especialistas aseguran que la adicción a Internet puede afectar el desarrollo de las habilidades sociales de los seres humanos.
Roberto vio su reloj... eran las seis de la tarde. Llevaba ya varias horas chateando en Internet, en la biblioteca de la universidad, y decidió que ya era hora de ir a casa. Así que se levantó, se dirigió a su casa... y encontró un caos. Su mamá, preocupada, había llamado a la Cruz Roja y a sus amigos, y había pasado la noche en vela.
Sí, eran las seis de la mañana. Y Roberto, que creyó haber estado cuatro horas en Internet, pasó en realidad 20.
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?Suena exagerado? Pues es un caso de la vida real, y un ejemplo -quizá extremo- de adicción a la Internet.
Pero mientras los especialistas advierten que esta adicción puede causar serios problemas psicológicos, varios adictos confesos aseguran que la Red no es dañina como, por ejemplo, el alcohol, las drogas o incluso la televisión.
?Y cómo saber si alguien sufre de adicción a Internet? Carlos Jiménez, psiquiatra y doctor en pedagogía, explica que el primer signo es que la persona da mayor importancia a estar conectada que a atender a sus necesidades básicas, como comer y dormir.
"Un síntoma importante sería que los horarios de alimentos, de sueño y de necesidades fisiológicas no sean brincados", menciona Jiménez. "Claro que una vez no es adicción, pero ya cuando se empieza a hacer crónico, que tienes que hablarle cinco veces para que venga a cenar y no quiere salirse de la computadora, que tiene mayor necesidad de permanecer ahí que de cumplir un ritual fisiológico, sea comer, dormir, orinar, defecar o simplemente platicar con la familia, eso es preocupante cuando es reiterativo".
El psiquiatra señala que existe un perfil general del adicto a Internet. Casi siempre se trata de personas con baja autoestima, tímidas e inmaduras emocionalmente. La Red les proporciona un refugio en el que pueden socializarse de manera anónima y dejar salir todo aquello que no logran expresar en público.
Sin embargo, la libertad viene con un precio. Los adictos, especialmente cuando lo son desde temprana edad, no logran desarrollar habilidades sociales normales, y ello agrava sus problemas de timidez.
Necesita la dosis
Luis es un estudiante de nivel profesional. Tiene 20 años, y los últimos dos los ha pasado como "adicto a Internet".
El joven se conecta diariamente hasta 10 horas, y asegura que ya se siente mal cuando no recibe su "dosis" de Internet. Y aunque sí tiene sus desventajas, aclara, no son excesivas.
"A veces sí hay problemas, por ejemplo te puedo decir que varias veces he faltado a clases sin querer, porque se me va el tiempo y no me doy cuenta; pero no me parece que sea peor que, por ejemplo, la televisión... hasta te diría que es mejor, porque aquí estás utilizando el cerebro".
Carlos T., estudiante de 17 años, reconoce ser adicto a Internet, pero no considera que su condición sea necesariamente mala. A fin de cuentas, asegura, la Red no hace daño.
"Depende a qué le llames adicción... en mi caso supongo que sí podríamos decir que soy adicto, aunque lo malo es que dices 'adicto' y suena como a drogas y alcohol; yo diría que la Internet es una adicción benigna", expresó.
"Si te fijas, el cigarro, las drogas, son cosas que te hacen daño; en cambio la Internet te expande horizontes... con Internet puedes conocer gente de todo el mundo, encontrar información, yo diría que el poder manejarlo de manera experta es más bien una ventaja".
Carlos sabe de lo que habla. Durante el último año, calcula, ha pasado un promedio de 10 horas diarias conectado; a veces en la escuela y a veces desde la casa. Su récord, afirma, es de 36 horas continuas durante un fin de semana.
Proponen soluciones
Morton C. Orman, médico especializado en adicción a Internet y autor de "La Cura en 14 Días", que trata de este tema, considera que la base para enfrentar cualquier adicción es que la persona reconozca que su conducta -en este caso, la adicción a Internet- es su principal o única fuente de placer.
"La gente que se vuelve adicta a menudo lo hace porque sus vidas no son satisfactorias. No encuentran pasión, aventura o placer de la vida misma, así que tienen que inventar estas experiencias de otros modos. En casos de adicción casi siempre es la ausencia de otros placeres la que empuja a la gente, al menos en parte, a buscar placer en sus conductas adictivas", explica Orman.
?El tratamiento? Buscar otras fuentes de placer. La lectura, la práctica de deportes y el intento de socializar son algunas opciones recomendables. Recuerda, todo exceso es malo.
Tips
?Cómo enfrentarlo?
"Sí, soy adicto. Y ahora, ¿qué hago?"
Estas son algunas recomendaciones para superar el problema:
-Establece un límite absoluto a la cantidad de tiempo que pasas en la Red.
-Oblígate a no usar Internet durante varios días seguidos.
-Coloca bloqueos en algunos servicios (por ejemplo, chats).
-Fíjate una política de jamás conectarte a la Red en el trabajo (a menos que tu empleo lo requiera).
-Oblígate a realizar otras actividades en lugar de pasar tiempo en Internet.
-Toma la resolución de aprender cómo obtener placer de otras fuentes más saludables, como el deporte o las relaciones personales.
-Pide ayuda cuando sientas que no estás avanzando.
-Evita a la gente o los ambientes que puedan motivarte a regresar a su conducta adictiva.
Fuente: Dr. Morton C. Orman, Médico y autor de "La Cura de los 14 Días sobre adicción a Internet".
Más tendencia a la deprecion
Una investigación realizada por la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-Sen en Guangzhou, China, concluye que los adolescentes que emplean entre 5 y 10 horas diarias frente al ordenador muestran irritabilidad cuando no están conectados y pierden el interés por la interacción social. Además, son doblemente propensos a padecer depresión que los usuarios moderados.
La investigación ha sido publicada en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, y en ella participaron 1.041 adolescentes de entre 13 y 18 años de la ciudad de Guangzhou, ubicada en el sur de China, que no tenían depresión al inicio de la investigación.
Nueve meses después, se diagnosticó trastorno depresivo en 84 de ellos, resultando tener 1,5 veces más riesgo de sufrir depresión los “adictos” a Internet, en comparación con los usuarios moderados.
-Alteras tus horas de comer y dormir por estar en línea.
-Sos tímido y tienes dificultades para socializar.
-Te conectás a Internet todos los días, sin faltar uno solo.
-Perdés la noción del tiempo cuando estás conectado
-Cada vez sales menos.
-Te tardás cada vez menos en comer, o comés frente al monitor.
-Consumís alimentos chatarra, en lugar de ir a comer, para no levantarse de la computadora.
-Negás pasar mucho tiempo en la Red.
-Otras personas se quejan de que pasas mucho tiempo frente a la computadora.
-Revisás tu correo electrónico a cada instante.
-Te conectás a la Red aunque tengas trabajo pendiente.
-Entrás a Internet a escondidas, cuando no hay nadie más, y te sientes más cómodo así.
Fuentes: Organización Adicciones y Vida y Dr. Carlos Jiménez