El paraíso del perfeccionista El paraíso del perfeccionista Pura perfección en la cocina…
Dicen que “el hambre entra por los ojos”, aunque hay un montón de excepciones a esta suposición (el huitlacoche, por ejemplo). Sin embargo, ocasionalmente la apariencia de un alimento es tan perfecta que sentimos hasta un poco de pena al devorarlo. Las comidas que verás a continuación son tan perfectas que agradecemos a las personas se hayan tomado el tiempo de sacarles una fotografía antes de convertirlas en popó.
Esta curiosa cereza bicolor.
Según la densidad, los líquidos se agrupan en varias capas, como este té de siete capas que sirven en Bangladesh.
El universo conspiró para que la belleza de esa rebanada de pepperoni fuera adornada por un aro de cebolla.
Los macarrones se acomodaron a la perfección en las paredes de esta lata.
Un batido de fruta que parece guardar la proporción aurea.
Tomates cortados a la perfección.
La caja de helado que a todos nos gustaría comprar.
Una pizza repleta de salame.
Hasta da un poquito de pena empezar a beber este capuchino.
Unos ravioles que parecen practicar nado sincronizado en la olla.
Perfecta bocha de helado
El aro de cebolla del infinito.
Una rebanada de pan perfectamente “bronceado” con tan sólo una semilla de ajonjolí justo en el centro.
El estante que todo glotón amaría.
Unos nuggets con forma de mapamundi.
Un pastel de gelatina alucinante.
Este helado es pura perfección.
La gallina que produjo este huevo debió ser matemática en la otra vida.
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